domingo, 8 de junio de 2008

Régimen especial de retenciones para el sector frutícola

Proyecto de Comunicación al Ministerio de Economía de la Nación

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Fabián Gatti, Beatriz Manso y Martha Ramidán, legisladores del Bloque Frente Democrático, mediante una comunicación requieren al gobierno nacional que “corrija la injusticia de aportar derechos de exportación sobre una serie de componentes que nada tiene que ver con la materia prima agrícola, tales como: mano de obra, cajas, combustibles y demás insumos”. Al pedido de modificación del porcentaje de las retenciones al sector frutícola instan a que del monto total resultante un porcentaje se destine a financiar programas fitosanitarios, tareas culturales, capacitación y renovación de maquinarias, dirigido a pequeños productores que posean menos de 50 hectáreas.

Los legisladores expresaron que “de acuerdo con esto solicitamos que sobre los 50 millones de dólares que aporta la fruticultura, sólo en concepto de retenciones (sin contar 35% de ganancias, impuesto al débito y crédito, etc.) se rebaje el derecho al 7%, es decir 35 millones de dólares y que el 60% de este monto, o sea 21 millones, sean destinados a los pequeños productores”. Así el aporte a las arcas nacionales sería de 14 millones de dólares, cifra que se condice con los derechos reales de exportación que corresponden a nuestra materia prima.

La realidad es que la materia prima tiene una incidencia del 36% sobre el monto del total exportado y que el 10% del derecho de exportación se transforma en la práctica en el 25,2% en el bulto terminado.

Fundamentan que “lamentablemente en la actualidad el debate sobre las retenciones a las exportaciones está corrido de foco, discutiéndose la legitimidad de la existencia misma de estas imposiciones, cuando en realidad la discusión debería centrarse en el “cómo” de la distribución del ingreso brindado por esas retenciones y en los casos particulares donde la aplicación de este impuesto desalienta la producción de medianos y pequeños productores o no contempla la realidad de algunos sectores de la producción”.

La medida propuesta viene a tono, con diferentes matices, con lo solicitado por las distintas instituciones que vienen trabajando, tratando de desarrollar un Plan Frutícola Integral. Los legisladores aspiran a que esta iniciativa (el Plan) llegue a feliz término y que sea la expresión de todos los actores relacionados con esta actividad.

Siendo la principal actividad económica de Río Negro el sector de peras y manzanas, que representa la mitad de las exportaciones de frutas frescas del país, “nos invita a discutir con madurez el problema de la distribución de la riqueza en nuestro país”, dijeron los legisladores.

El sector frutícola, que ocupa a los integrantes del Bloque Frente Democrático, fue junto a otros sectores agropecuarios del país altamente beneficiado por el régimen cambiario, “que otrora tanto nos había perjudicado con las políticas de la década del ’90. A este beneficio se suma el del precio del Euro, que incide positivamente, en razón del destino de nuestra producción frutícola”, fundamenta la comunicación.

“A pesar de esto, los costos internos de esta actividad hacen peligrar su producción y erosionan su rentabilidad, debido a que es una actividad de mano de obra intensiva”, manifestan los legisladores. “Vemos que los insumos han aumentado, en el término de dos años alrededor del 25% en dólares (envases, fertilizantes y agroquímicos), 21% en un año (gasoil) y alrededor del 30% (Programa de Energía Plus). Mientras tanto en el período 2001-2008 el incremento de mano de obra ha sido tres veces superior al aumento del costo de vida”, agregan.

La actividad frutícola usa mano de obra intensiva que interviene durante todo el proceso de cultivo, a diferencia de las actividades agropecuarias que usan técnicas de siembra directa con poca mano de obra, como el caso emblemático del cultivo de soja. En la actividad frutícola se generan 50 mil puestos de trabajo directos y 15 mil indirectos, lo que demuestra la importancia del sector para la estructura socioeconómica.

Otro aspecto detallado en la comunicación es el sistema fiscal y las cargas sociales de nuestro país que “generan una presión muy alta y compleja en la actividad. El conflicto laboral de inicio de esta temporada ha dejado una pérdida para el sector de aproximadamente U$S 10 millones”.

La inexistencia de incentivos, como los reembolsos por puertos patagónicos y la emergencia económica que llevó a una disminución de los reintegros a las exportaciones en el año 2002, es un hecho que empeora la situación.

El complejo exportador frutícola ocupa el puesto número 10 entre los complejos exportadores nacionales, generando más divisas que la cuota Hilton, que los complejos de girasol, arroz, cuero, lácteo, pesquero, tabacalero, algodonero.

Los legisladores citan el caso de Chile, el principal competidor de Río Negro en el sector frutícola, quien tiene una estructura tributaria notablemente distinta a la nuestra, puesto que excluye las retenciones a las exportaciones en fresco, menor impuesto a las ganancias (18% de diferencia) y no existe el impuesto al débito y crédito.

Es por ello que Gatti, Manso y Ramidán opinan que “todo esto nos genera una debilidad manifiesta que requiere revisar a la brevedad nuestra estructura tributaria y establecer prioridades en la aplicación de la distribución del ingreso de las retenciones”.

Prensa, junio 08 de 2008

Contacto:

Dr. Fabián Gatti – 0299 156 340 789