Los legisladores expresaron que "no se intenta negar el avance de la tecnología y el poder de seguridad que brinda tanto a los padres como a los alumnos la posibilidad de una comunicación permanente; sino crear un ámbito educativo libre de alteraciones sonoras, evitar el trastorno en el aprendizaje que causa el sonido del teléfono y el estar pendiente mayor tiempo a un llamado telefónico o a un SMS (mensaje de texto) que a la clase."
No escapa de la atención de los legisladores que "hoy en día la generalización del uso de telefonía celular por parte de los alumnos de distintos establecimientos educativos, tienen el aval de sus padres, ya que por la condición de inseguridad imperante, los padres que dicen sentirse más seguros si sus hijos portan un celular, ya que les permite ubicarlos, saber dónde están y comprobar si no corren algún riesgo".
Durante el dictado de las clases dentro y/o fuera del aula, los docentes y alumnos deberán mantener apagado sus teléfonos celulares o dispositivos móviles y hasta la finalización de dicho período. Ante situaciones de emergencia "la comunidad educativa podrá comunicarse con el teléfono fijo de la escuela y eventualmente con algún celular del personal jerárquico habilitado a tal efecto por el Consejo Provincia de Educación."
La ley dispone que los directivos de los establecimientos educativos, públicos y privados, serán "quienes velen por el cumplimiento de la prohibición, para garantizar su cumplimiento."
Prensa, 18 de agosto de de 2008
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