miércoles, 25 de febrero de 2009

Inseguridad en Cipolletti

La dirigencia de REDES de la ciudad de Cipolletti, juntamente con el Presidente de la Junta Promotora Provincial, Legislador Fabián Gatti, se reunieron a efectos de analizar la ola de inseguridad vivida en los últimos dos meses en la ciudad. Se elaboró un documento de trabajo donde fijan posición y realizan un aporte a fin de encontrar soluciones a corto y mediano plazo, determinando responsabilidades locales y provinciales.


INSEGURIDAD
UN PROBLEMA QUE EXIGE MUCHO MÁS QUE UNA RESPUESTA POLICIAL

Periódicamente suceden en Cipolletti, unos detrás de otros hechos delictivos violentos, crímenes que conmueven por su brutalidad, robos con idénticas características que dejan a toda la comunidad paralizada y perpleja, en búsqueda de respuestas y con más interrogantes que certezas.

Debemos preguntarnos entonces si las políticas que se han venido instrumentando resultan suficientes o acertadas.

A juzgar por los resultados, las acciones llevadas adelante en estos años por el gobierno local, concentradas casi con exclusividad en conseguir el incremento de las fuerzas policiales o de equipamiento, no han tenido el correlato esperado.

No ponemos en duda la necesidad de contar con una policía eficiente y honesta, adecuada en número y capacitación, así como con jueces que sintiéndose parte de la comunidad apliquen el derecho pensando no sólo en el delincuente sino sabiendo que el derecho procesal vigente ha devuelto sus prerrogativas a las víctimas y sus familiares. Pero aún cuando se hubiere conseguido ese umbral mínimo, cuestión todavía pendiente, no es lo único que tenemos para hacer, cuando de seguridad ciudadana se trata.

Las drogas y el alcohol son un problema acuciante entre los más jóvenes, cuestión que desborda a los padres, y exige la presencia del Estado.

Reducir la tarea al aumento de la cantidad de efectivos policiales, como si ello por sí solo nos devolviera una vida más segura, es mirar la realidad con una sola lente.

La violencia es el reverso de la cultura, la negación de las posibilidades del ser humano de resolver sus conflictos en forma pacífica.

La violencia se genera cuando quien debe imperar con la ley, lo hace con la injusticia y la exclusión, con todo para algunos y nada para muchos. La falta de viviendas, la imposibilidad de acceder a la tierra, la soberbia de los que expulsan a los que requieren de auxilio social son generadores de violencia.

Esta situación es la que se debe procurar revertir en un estado de derecho, manteniendo el equilibrio necesario para que la vida se desarrolle.

No se debe negar ni minimizar la importancia y la imprescindible presencia de las fuerzas policiales en el combate contra el delito, pero tampoco puede pretenderse concentrar en ellas las soluciones totalizadoras para que el número de delitos sea cada vez menor y sobre todo, que los que se cometan inevitablemente, sean menos violentos. atribuirle toda la responsabilidad en su combate, es rehuir las propias, las que nos competen en carácter de ejecutores de las políticas sociales locales que integren en vez de segregar, que contengan y den cabida a sectores de la sociedad que cada vez son más excluidos y que comienzan a ser temidos por otros.

Carecemos de una Secretaría de Acción Social a la altura de los tiempos que corren.

Cuando la familia está desintegrada, y en nuestra ciudad lamentablemente las secuelas de la crisis han dejado profundas heridas en el tejido social, se hace imprescindible actuar desde el Estado.

La contención de los niños que crecen en la calle, evitar que caigan en la droga el alcoholismo o el delito es una obligación que debemos asumir desde la gestión local.

Podemos coordinar políticas con el Estado Nacional o el Gobierno Provincial, pero la responsabilidad es propia. La sociedad moderna es mucho más compleja que aquélla en la que nos tocó crecer, la droga se ha enquistado en la vida cotidiana y nos desafía minando las posibilidades de futuro de los más jóvenes. Si el Estado le suma a ello su ausencia de políticas preventivas y de contención sólo tendremos una reproducción más acelerada de lo que deseamos evitar.

Debe saberse exactamente qué hacer y cómo hacerlo e instrumentarlo. Pero fundamentalmente debe -en primer lugar-, creerse profundamente en el ser humano y su capacidad de recuperación y reparación. Debe creerse que una sociedad con cabida para todos es posible, que la justicia social no es solamente reparar el daño sino prevenirlo y evitarlo.

A éste déficit que debemos corregir de manera urgente, tenemos que sumarle la necesidad de coordinar políticas, conjuntamente con la vecina Provincia del Neuquén, porque el flagelo de la inseguridad trasciende los límites de nuestra ciudad. No podemos enfrentar sus consecuencias como si fuéramos una isla.

En la medida en que esto se entienda, podremos integrar a las familias cipoleñas para que no haya hijos de la calle sino para que las calles sean para todos nuestros hijos.-

CIPOLLETTI, FEBRERO DE 2009

Fabián Gatti

Pres. Junta Promotora Provincial

REDES

Beatriz Manso

Junta Promotora Provincial

REDES

Abel Navarrette

Junta Promotora Provincial

REDES

Héctor Pérez

Junta Promotora Cipolletti

Jorge Badillo

Junta Promotora Cipolletti

REDES

Alejandra Molina

Junta Promotora Cipolletti

Olga Godoy

Junta Promotora Cipolletti

Juan Carlos Castro

Junta Promotora Cipolletti

Luis Pradena

Junta Promotora Cipolletti

Luis Silva

Junta Promotora Cipolletti

Gabriela MolinaJunta Promotora Cipolletti